MALDITO DUENDE

Hé oído que la noche es toda magia, y que un Duende te invita a SOÑAR

Archive for the ‘Incoherencias’ Category

Este soy yo…

Posted by Fernando Narvaez en diciembre 30, 2008

Feliz 2009Buenas tardes o días o noches, según sea en la parte del mundo en que estés leyendo esto, o bien y simplemente, según el momento del día.

Mi nombre es Germán, hijo de Lucrecia y Basilio. Lucrecia que es abuela de Pato que es hijo de mi hermano Lautaro, que también es hijo de Basilio (mi padre y esposo de Lucrecia) que es hermano del hijo de su padre que ni me acuerdo como se llaman.

Como dije, mi nombre es Germán y soy tío de Pato que es hijo de mi hermano y nieto de mi padre. Pato tiene un perro que se llama Batuke y es de la raza “Terre-Bal” (Terreno Baldío), mestizo de ovejero belga y de madre labrador que vivían en la casa de Liliana, casa que alguna vez fuera de Doña Fermina que tenía un marido llamado Juvenal y un eterno enamorado llamado Florentino. Cuando Gabriel escribió la novela de estos tres, mi tía Ana Anita estaba de novia con Floreal. Ana Anita se llamaba así por culpa de las escasas luces de Florinda, la empleada de registro civil que la anotó cuando su padre, Don Cosme, le dijo emocionado el nombre de la bebé: “Ana… ¡Anita!”

¿Les dije que mi nombre es Germán? Además de pocas luces, Florinda tenía un novio llamado Tobías, un musculoso exagerado que andaba limpiando casas ajenas disfrazado de súper héroe y haciéndose llamar “Míster”. Tobías era primo de uno que andaba con la hermana del fletero que, a su vez, era primo del medio hermano de Lucas, un taxi-boy venido a menos que supo atender luminarias, tales como: Chichita Lertrand que siempre le pagaba el almuerzo, Susy Giraldes que le daba efectivo para pagar el teléfono y al zar de la televisión Alexander Tronay quien la mayoría de las veces sólo le pagaba con amor…
Lamentablemente, la carrera de Lucas se vio interrumpida de forma abrupta, cuando Don Alexander quiso experimentar con el recto del taxi-boy y una botella de sidra Rama Caída. La botella generó tal vacío, que hubo que practicar una pequeña operación en el hospital vecinal. Es famosa la foto en la que se ve a Lucas entrando boca abajo en una camilla y disfrazado de carpa blanca.

¿Mi nombre? ¡Germán! ¿Sos sordo?  El hijo de Basilio y de Lucrecia. Mi madre era amiga de la Paca, sobrina nieta del Vizconde de la calle Capdevila de Villa Urquiza que estaba casado con la baronesa de la Avenida Cabildo en el barrio de Belgrano. Juntos tuvieron dos hijos, Leonardo y Leandro, y según cuentan las malas lenguas, regentearon chinitos ilegales e infectaron de supermercados los 100 barrios porteños incluido Puerto Madero.

Bueno, no tengo muy en claro a qué vine ni para qué cuernos estoy acá, el caso es que mi nombre es Germán, si quieren sigo presentándome…

-    FELIZ AÑO NUEVO PARA TODOS –

Fernando A. Narvaez

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Posted by Fernando Narvaez en noviembre 18, 2008

Lancelot by Ciruelo

Lancelot by Ciruelo

Quiero aclarar que no pretendo con esto dar lecciones de vida, ni decirle a nadie cómo tiene que vivir su vida o su muerte, para eso están los Bucay, los Stamateas, los Paluch y demás «Autoayudistas». Al fin y al cabo, cada uno lo vive como puede o como le sale. De todas formas, ojalá, que este puñado de estupideces les sirvan a alguno/a por ahí que los necesite. Así me bebí mi cáncer…

  • Hablando vía messenger con mi honorable cuñado Romau:
    El tipo pretendía explicarme algo «obvio» en relación a la batería de la notebook que me prestó nuestra amiga Mariana, a lo que mi respuesta fue:
    – Escuchame una cosita, querido: Yo tengo cáncer pero no me volví pelotudo.
  • Tanta droga que me metieron mediante la quimio, por supuesto, me dejó pelado. Y descubrí algunas cosas:
    1. Es un mito eso de que no tenés calor en la pelada. Te transpira bastante y sentís la gota que te cae por la frente de la misma manera que si tuvieras el mejor peinado afro.
    2. Claro está que la gente no te reconoce, pero la cara de los que son pelados porque Dios lo quiso y no un tratamiento es de terror. Te miran como diciendo: «¿Otro pelado más?» ¿No sé quién cuernos les dió la exclusividad de la pelada?
    3. Es imposible que la gente te crea que recién te bañaste. De la misma manera te evitas las miradas inquisitivas y «pesquisadoras» que cuando llegás a la mañana con el pelo mojado te someten a la pregunta obvia y silenciosa: «¿De dónde venís?»
    4. La economía en champú y crema de afeitar se redujo de forma considerable.
  • Un deseo tonto: ojalá que a la oncóloga se le caiga un pelo por cada pinchazo que me hizo dar en estos cuatro meses… se quedaría pelada en 10 minutos. (Mentira… ella, el equipo de enfermeros del Henry Moore y el amor de mi esposa, mi familia y mis amigos, aportaron mucho para salvar mi vida)
  • Diálogo en Facebook (Reciente):
    FN (yo): Yo ya lo bajé al teléfono (hablando de un disco que acababa de reducir a Mp3)
    BB: Lo pusiste en el piso al teléfono? que incómodo!
    FN: Nah! Para nada, es un teléfono para cancerosos que viene con patitas y me sigue mientras canta.
    BB: Que original!
    FN: Original no… ¡Exclusivo!
  • Otra de Facebook:
    El estado de TY proclamaba: «Sin un peso»
    FN: La historia de mi vida. Pero tranqui… No me mató el cáncer, no lo va a hacer la falta de guita.
  • La ocasión de la reunión no viene al caso, pero en ella me encontré con mi prima y su marido. Excelente cocinero cuya una de sus especialidades es el pollo al disco.
    GDT: A ver cuando se vienen y hacemos un pollo al disco u otra cosa… ¡Hace un montón que no vienen!
    FN (Otra vez yo): Tenés razón, perdonanos, pero en los últimos cuatro meses anduve algo ocupado… (cuak)
  • Más de Facebook: La foto mostraba a cuatro amigos (yo incluído) pero con unos 18 años menos y, por supuesto, mucho menos panza en los cuatro…
    SL: ahí hay unos 50 kilos menos que ahora….
    FN: Descontá 18 que doné yo al cáncer… o sea unos 34
    MSC: El humor negro de mi marido, señores!
    BB: Y essssstaaaaá biennnnnn!!!
  • Vómitos 3 ó 4 veces por día durante el primer mes, bajada brusca de peso, llagas en la boca después de cada ciclo de quimio, falta de calcio e internación, falta de potasio, baja de plaquetas, baja de glóbulos blancos, baja de glóbulos rojos y transfusiones varias, principio de neumonía y otra internación, resecamiento de la piel y de los ojos, delirios nocturnos por el jarabe de morfina para evitar los dolores, una inyección de hierro por día durante casi 4 meses (al fin pasada a vía oral con todas las complicaciones que acarreará: cólicos y acidez), etc., etc., etc. Después de todo esto, la doctora me dice: «Es de la quimio. Hiciste todo lo del librito, no te faltó nada»
    FN: Siempre fui buen alumno. Si me tiro un pedo en el agua y no hace burbujas… ¿es de la quimio también?

Insisto… no pretendo hacer apología de la «autoayuda», los que me conocen saben que lejos estoy del género (aunque bien conozco sus beneficios económicos).

Fue un primer mes de enfermedad muy duro, no podía comer y vomitaba todo el tiempo, bajé 30 Kilos y en un cuerpo de 80, creéme que se nota. Pasada esa etapa y en cuanto pude empezar a alimentarme, mi cabeza cambió, entendí que realmente me quedaban un par de cosas que hacer todavía por acá abajo: ver crecer a mi sobrino y tener mis propios hijos (por ejemplo).

Además conté y siempre voy a contar con el apoyo y el ejemplo de alguien que padeció esta enfermedad (aunque de otro tipo) durante muchos años y que nos abandonó, precisamente ayer, despues de mucho pelearle a este inquilino que no firma contrato y se nos instala sin preguntar y porque sí; desde acá vaya mi homenaje a mi Tía/Madrina. Loly: sé que me leeras en el ciberespacio del cielo y enterate que los que nos quedamos por acá, no estamos felices pero sabemos que, a pesar de nuestro egoísmo, aliviaste tu dolor. Vas a seguir cuidándonos y guiándonos siempre. Y como te dije una y mil veces: No me voy a dejar vencer. ¡Gracias por demostrarme que esta enfermedad de mierda no puede con quien no quiere!

Fernando A. Narvaez
Ilustración: Ciruelo

PD: Si bien no es un relato como el que seguro pretendía, quiero dedicarle este escrito a Tamara, que cumplió años el 11 de Noviembre y me pidió dos cosas: la segunda era un cuento, aunque no cumplí creo que esto tiene que ver más con lo primero que me pidio. Te quiero mucho ruluda.

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Grandes Cuestiones

Posted by Fernando Narvaez en septiembre 19, 2007

Desde que tengo uso de razón, me he interesado en los grandes interrogantes de la humanidad.

No voy a hacer una enumeración de dichos interrogantes porque sería muy extenso. Pero hace un par de noches que me acechan dos cuestionamientos en particular:

  • ¿Cómo se contesta de manera «negativa» a la siguiente pregunta?:

¿Estás despierto/a?

O bien:

  • ¿Cómo puedo lograr, responder de forma «afirmativa», a la que sigue?:

¿Estás dormido/a?

Les dejo a modo de acercamiento al blog, ambas preguntas, si alguno/a tiene la respuesta, la espero con ansias.

¡SALUD!

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Incoherencias (VI)

Posted by Fernando Narvaez en diciembre 16, 2006

Cuatro días fueron los que pasaron desde aquel viernes en el cual, entré a la veterinaria con un perro mestizo de padre labrador negro y madre ovejero belga, y salí con una imitación barata de doberman, a mi fiel e inseparable compañero tuvieron que amputarle la cola por un tumor bien feo que le había salido. Hasta estoy pensando seriamente en comprar tintura marrón y teñirle las cejas y el hocico.

Decíamos… ambos dos, nosotros los dos, el y yo o yo y él (como prefieras) que, cuatro días fueron los que no pude dormir, esto se produjo por tener un “perro velador” del tamaño de una mesa ratona XL. Esto no sólo traumatiza al canino sino, en este caso, a mi yo mismo y a la familia habitante de mi hogar; es que el collar isabelino no impide solamente que Toby pegue sus 734 vueltas antes de acostarse, sino que ha permitido el hecho de que los muebles ya no estén en su sitio, fueron movidos para proporcionarle al can el diámetro preciso para su siesta.

Pero el tiempo que no se duerme, no necesariamente ha de ser tiempo perdido si se canaliza en pensar en cosas altamente placenteras. En mi caso EN VOS. Mientras pensaba me puse a pensar (no me importan las redundancias en la saga “Incoherencias”) en que hace demasiado tiempo que no necesito ningún tipo de quitapenas. Son cuatro días sin dormir y 15 meses soñando.

Un sueño en el que me sumergió tu cuore a fuerza de latidos. Un sueño en el que tus ojos, a impulsos de miradas me embadurnaron con tu savia. Un sueño en el que tu boca me bañó a estocadas directas por parte de tus sonrisas. Un sueño en el cual tus manos, a fuerza de caricias me pintaron de futuro. Y un sueño del cual, este perro de mierda me despierta porque quiere pasar con su campana clavándomela en la gamba.

Holly Holightly me espera para contarme de su “no hacerse cargo de nada” y yo no puedo mantener la luz prendida de la habitación para escucharla con los ojos bien abiertos, porque a Toby le molesta la luz y empieza su peregrinar “acampanado” y embrutecido chocando contra cada pared que se le aleja. La pregunta que me hago es la siguiente: ¿Qué hubiera sido de Truman si, al momento de conocer a Holly, hubiera tenido como amigo inseparable a Toby? ¿Hubieran podido desayunar en Tiffany’s? La respuesta es clara: ¡Ni en pedo!

Y el proyecto que se me cae a la cabeza arrojado por un mono de la raza de los mandriles mesopotámicos de la Patagonia y me doy cuenta, de que estamos a casi nada, de tener nuestra casa. Me acuerdo de la locura que me impulsó y que me hizo proponerte casamiento a 3 días de conocerte y, lo que es peor, la locura que te empujó a vos a responderme que si. Hoy se cumplen 15 meses de todo aquello y doy por seguro de que es la primera vez en mi vida que durante tanto tiempo no tuve una duda en relación a nada.

¡Cómo será esto del perro velador que hasta volvió Trompi! Pero volvió sólo para incordiar al perro. El muy turro agarra con la trompa los maníes de su plato y se los revolea al collar del perro emulando un aro de básquet y festejando por todo el living cada tiro de tres convertido. Pero el colmo de las maldades fue cuando succionando agua intentó ahogar al perro tirándole el agua en el velador. Con los peligros del agua y la electricidad ¡tuve que poner un límite!

Y un poco más de Incoherencias que para cerrar el año no vienen mal. El primer año que compartimos juntos de punta a punta a modo de prólogo del libro que será nuestra propia vida compartida y mi clásico momento de omitir las comas para decir todo junto o usareltecladoconlabarraespaciadorarotaparaotravezdecirtecuantoteamo y los sueños que se van cumpliendo y los proyectos en los cuales nos embarcamos y mi felicidad en tus manos y mi corazón dueño de emociones acompasadas entre sístoles y diástoles y las comas que siguen sin aparecer y un punto final que se dilata porque no me cabe en una sola hoja y mucho menos en un párrafo todo el sentimiento generado a cada segundo de los 38800000 segundos que ya llevamos juntos y que siguen contando quien sabe hasta cuando y que no me importa detener al igual me pasa con esto que escribo sin una jodida coma pero sí con un punto final que no tiene otro punto de ubicación que después del TE AMO.

Fernando A. Narvaez
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Incoherencias (V)

Posted by Fernando Narvaez en junio 12, 2006

TobyViene de las “Incoherencias” anteriores

Las certezas que buscaba, y que habían escapado de mi alma hacía demasiado tiempo, se agolparon una a una en mi corazón. Un solo segundo me bastó, un simple vistazo fue necesario para que las dudas huyeran. Sabía que estaba de cara a algo grande, pero vaya uno a saber por qué razón, no me atrevía a disfrutarlo. Tal vez haya sido un mecanismo de “autodefensa” inútil, o quizás el continuo armado de unas estructuras protectoras de quién sabe qué cosa.

Japón le gana a Australia por un gol en Alemania y faltan dos minutos para que termine la primera mitad; mientras, yo que intento escribir algo coherente en un texto que se llama “Incoherencias” .

Tengo una taza de café con leche en la mesa que tiene un león dibujado y me siento un humilde gatito ronroneante al pensarte. ¿Dónde irán los leones cuando se sienten gatos? Yo, por el momento, me refugio en éste papel y siento el placer inmenso de que nuestra vida esté por dar a luz después de nueve meses de gestación. Como corresponde, presenciaré el parto y me haré cargo de su llanto inicial, llanto que denota vida y pulmones que se llenan de aire.

Cuando hace nueve meses me subí al Puente (Saavedra), jamás pensé que ese río que fluía por debajo sería mío. ¡Está bueno eso de beberse el río de un sorbo! Saber que ningún pez puede contenerme en su estómago es algo indescriptible. Me voy a comprar una montura para tiburones y cabalgaré sobre ellos. No hay nada ni nadie que me detenga después de haber visto tus ojos mirarme en ese segundo “ahuyentadudas

Y es que la vida es un conjunto eterno de segundos bien aprovechados, segundos donde las circunstancias cambian de manera radical y tajante. Si no aprovechamos esos segundos nos sentimos más cerca de la muerte o de hacer que nuestra propia vida sea monótona y, nos convertimos en víctimas de nuestra propia alma: “Todo me pasa a mí”

Después de que en ese segundo me prestaras tu sonrisa, hasta llegué a editar y publicar un libro. El mundo se deshace a pedazos, ¡Aprovechémonos de él!

Tengo unos zapatos nuevos que corren “re-rápido” y que me sirven para espolear a los tiburones cuando los cabalgo. Hablé de un río y de tiburones: ¡no estoy loco! Soy el autor de mis incoherencias y pongo los peces donde se me antoja. Si quiero pongo un mamut en la calle Florida y la lleno de elefantes…. a ver si te das cuenta de cuál es el mamut.

Toby, protagonista eterno de éstos textos, me pide que le saque algo que sólo él ve, de debajo de un mueble del living. Me agacho a buscar “eso” que dice que hay y… no hay nada. Trompi fue secuestrado en Formosa y no volvió, dicen que se tomó un colectivo a Japón y que se está entrenando como samurai.

23 millones 328 mil segundos son los que nos separan de la primera vez que me miraste. Esa misma cantidad de segundos son los que fueron cambiando constantemente mi vida y mi persona. Y yo acá, más incoherente que siempre y adorándote menos que mañana y agradeciendo tan sólo un segundo. El segundo anterior a los 23 millones 328 mil, en el cual tomé valor y decidí enfrentarme a tu mirada.

Gracias por mi vida

Fernando A. Narvaez

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