Bar del Duende (III)
Posted by Fernando Narvaez en septiembre 12, 2006
Mesas y Laberintos
100 mesas y 400 sillas son una buena parte del mobiliario del bar. Mesas que están delicadamente diseñadas para que te sientas cómodo, no pasa por un diseño anatómico, sino que son mesas y sillas de amigos, de amores, de horrores, de llantos, de pudores, de risas y de ausencias compartidas.
Habían sido fabricadas en una carpintería de Villa Urquiza hacía 50 años. Las circunstancias que las llevaron al antro son un tanto sospechosas.
Cuando Raymi decidió inaugurar el bar buscó, por muchos tugurios, el tipo de mesa que más se acomodara al estilo de su bar. Fue en uno de esos tantos lugares que, al sentarse exhausto a la mesa de un local en La Paternal, ella le contó su historia.
Le habló de sus 99 hermanas y de sus 400 sillas aliadas, de su primer viaje en camión todas juntas, y de cómo con el correr de los años fueron siendo separadas, sin saber una, casi nada acerca de las otras.
Raymi supo al instante que, esas, eran sus mesas. La condición fue que, ellas sólo irían, si el vino se servía en los viejos pingüinos de sus años dorados. No hubo inconveniente en llevar a cabo su deseo. El problema se presentó con la novedad de que en ese sitio sólo existían 6 de la partida original y el Duende quería las 100.
Pero no hay nada que se proponga un Duende que no pueda llevarse a cabo. Recorrió la ciudad a lo ancho y a lo largo, llegó a viajar por todo el interior del país para conseguir datos que lo llevaran hasta sus mesas. La inauguración del bar se postergó cerca de un año, a causa de 10 mesas que estaban en un cabaret de Avellaneda que había sido clausurado por la policía.
Finalmente se juntaron las mesas. Si bien Raymi no podía volver al bosque del que había sido expulsado, contó con la incondicional complicidad de los duendes carpinteros que allí vivían para restaurar las mesas que se encontraban en peor estado.
Inaugurado el bar, pude sentarme a la misma mesa que le había susurrado su historia a Raymi. Me recibió y al instante me sentí encantado por ese ser cuadrúpedo de madera. Me contó entre sueños acerca de la necesidad, casi coreográfica, que tenía ese grupo de mesas de formar laberintos. Un viejo truco que habían aprendido en los bares de Parque Chas.
En dichos laberintos, nuestras mesas gozaban con el brillo efímero de los corazones que la vida se había encargado de opacar…
Fernando A. Narvaez
Pd: En Anhedonia existe un Fantasma. Click Aquí
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Mr. Bookman said
Mi estimado Duende, su saga me hace recordar ciertos textos de antaño. Ciertos folletines, que con el correr del tiempo, fueron tomando forma de novela. Será este su caso? Estaremos frente a un nuevo Alejandro Dumas? Podremos afirmar, en un futuro próximo, que será su primer novela. Y sepa además que, a diferencia del folletín, sus enganches con cuentos anteriores (que viajan en el tiempo/espacio, para convertirse en presente) le da un toque al estilo Elige Tu Propia Aventura. Lo dejo, entra gente, tome nota…
Salutes!!!
Laura said
Espero que ademas del mobiliario del bar, me comente que musica se puede escuchar ahi…no se me ponga colorado, que ud. sabe que escribe muy bien.Quisiera saber si hay duendes melómanos como yo!!!besotessss Lau
Olga said
Me encanta la historia y la “vida” que tiene este mobiliario a sus espaldas. Me encanta. Con su permiso, me voy a sentar un ratito, que vengo cansada, y a tomarme un tequila a su salud. Un beso.
Gra said
Te felicito me alegro que hayan vuelto.
uma del muelle said
Que lo que se porpone lo consigue, eso esta muy bien, no eran cualquier mesa, cualquier silla, porque tampoco es cualquier bar, ni cualquier duende.
Ya veremos el bullicio entre caderas que se balancean en el laberinto, miradas y sonrisas.
Las pieles se acercan en los bares, se rozan.
Què bien huele la noche, Bendito.
Besos de ese Buenos Aires que le leo:D
.::|µ¢¥ƒé®::. said
los laberintos de las mesas me explican porque tropiezo tantas veces despues de una noche de fiestas
gracias…un enigma más que ha sido resuelto
Maldito Duende said
MR.BOOKMAN: ¡¡¡¿¿¿ALEJANDRO DUMAS???!!! Parece que los pingüinos de tinto, están adulterados. ABRAZO
LAURA: Este Duende es melómano a full. De hecho vende música hace tres años.
OLGA: Saleeeee un tequila para Olgaaa!!! REBESOTAZO
Maldito Duende said
GRA: Gracias a usted por volver. BESO
UMA: Es que ese laberinto no es pa’ cualquier cadera, sólo las mesas deciden pa’ cuales. BESOTÓN
LUCYFER: Pero… ¿cuándo estuvo en el bar del Duende? BESAZO
Laura said
Mire ud.: asi que hace tres años eh? entonces tiene re claro qué música poner…espero que haya una silla (de esas que son únicas y especiales por su historia)reservada para mi, para tomarme unos ricos tragos y escuchar muy buena musica.Me paso por el bar. Beshotesssss Lau.
Olga said
Muy bueno el tequila, por cierto. Gracias. Besos.
eyrenne said
Muy interesante su bar, cuantas historias no contarán esas mesas y cuantas confesiones no serían escuchadas por esos pinguinos, peligroso internarse en ese laberinto sin terminar hechizada.
Un besote!
😉
Anita said
Yo también quiero estar en el bar, sentada a tu lado, compartiendo la vida, las risas, las amarguras y los sueños.
Juntos aprenderemos a ser feliz.
Un beso inmenso.
Anita.
Puedo reservar una mesa para el 28 de septiembre? Quiero celebrar mi cumpleaños en tu bar.
So said
Bien eso de que “no hay nada que se proponga el Duende y no pueda lograrlo”. ¡Me gusta! Por fin Ud. no es tan humilde…siempre pienso lo cargadas que están las sillas de los bares y si transmitirán la energía del último que se sentó…!en ese caso me gustaría ser la siguiente luego de que ud. pose su cuerpecillo en una silla!
abri_de_otoño said
los bares siempre me ha parecido interesantes y muchas veces magicos,
pero uno atendido por angeles me parece exclusivamente de soñadores ….
creo que me toca ir, por la magia y los sueños son parte d emi vida, soin dejar de lado la dulce locura……….
saludos………..
abril………………..
angélica said
De nuevo por aqui en medio de mesas, sillas y laberintos…
Maldito Duende said
LAURA: Seguro sonará mucho Héroes del Silencio y mucho Bunbury. REBESO
OLGA: Ya viene la segunda vuelta. BESAZO
EYRENNE: Peligroso es traspasar la puertas de este sitio. BESOTÓN
Maldito Duende said
ANITA: Pero entonces, compartamos y aprendamos… Haremos lo imposible para que el 28, el bar esté por su barrio. REBESO
SO: Es que no habla de “el Duende”, habla de “un Duende” cualquiera. BESO
ABRIL: Pero mire que estos ángeles son un tanto especiales, eh. BESOTÓN
ANGÉLICA: Entonces bienvenida otra vez. BESAZO
Romau said
Que buenas las viejas mesas y sillas de madera, nada de melaminas y metal como hay ahora entos esos bares hechos con papel de calcar…
Sirven el café en vasito???
Sigo con el bar que ta muy lindo, no menos de XXV!!!
Abrazo.-
Laura said
FER: Que bien!!! ya me di cuenta, que es melómano nomás jaja besototes para vos tambien y espero que sigas escribiendo cosas tan lindas 😀
Maldito Duende said
ROMAU: Si si… en las miniaturas de Durax. ABRAZÓN
LAURA: Espero contar con tiempo pa’ seguir. Está medio complicado. BESOS
Flores de Alquiler said
ok..ok….me equivoqué, dejé mi comentario en el post anterior 😦
…serán los laberintos :O….mmm…no no fue el BAILEYS!!!
REBESAZO DE LUNES EN BAIRES!!!
🙂
MEM said
Ansiosa espero escuchar a esos angeles que vienen llegando….
Besos
Maldito Duende said
LALY: Una de las mejores cosas que podemos hacer en esta vida que nos ha tocado, es equivocarnos. Es la única manera de aprender. RECONTRABESO
MEM: Veremos si tienen algo para decir. BESO
GUADALUPE said
Eso es lo que seguro mantiene a los parroquianos en el bar del Duende. La personalidad propia del mobiliario mas lo que cada ocupante ocacional agraga la historia de aquellas mesas y sillas.
Laberintos entre los que una mirada, un roce un encuentro casual pueden hacer la diferencia de una historia…..
BESO LABERINTICO