El Loco de la Trompeta
Posted by Fernando Narvaez en abril 8, 2006
Bartolomé González era trompetista. Tenía profunda admiración por Louis Armstrong y soñaba tocar alguna vez como Miles Davis. Vivía en la zona de Villa Urquiza y tocaba su trompeta en algunos bares de lo que antes se conocía como Palermo Viejo.
Lo conocí como se conocen las grandes cosas, de casualidad. Fue en uno de esos lugares, tenía el pelo tan blanco que denotaba, claramente, cada uno de los muchos caminos andados y conjugados con las notas de su trompeta.
Era un virtuoso de su instrumento, coloreaba con climas cada uno de los rincones inhabitables de los tugurios en los que nos esculpía su música. Te juro que volabas a todos esos lugares en los que soñaste estar y, si osabas cerrar los ojos ante su música, podías despertarte de golpe en un paraíso de sensaciones jamás descubiertas.
Fue un sábado por la noche cuando lo vi errar en más de una nota ante la mirada penetrante de Nayla; una morocha de ojos verdes y pechos impactantes.
Veinte años menor que él, lo atrapó en las redes del deslumbramiento y le mostró el camino a la recuperación de la juventud que creía perdida. De más está decir, que Bartolomé se enamoró perdidamente.
Desapareció de los lugares habituales y no volvió a los bares. Supe más tarde que se había ido a vivir con la morocha a su casa de la calle Nahuel Huapi. Sólo tocaba para ella en el living de su casa.
Tuve la suerte de pasar una tarde por su ventana y escuchar su trompeta, no cabían dudas, era Bartolomé. Pude ver a Nayla recostada en el sillón disfrutando como reina exclusiva del edén musical.
Comencé a presenciar sus mini recitales de manera clandestina, escondido entre los malvones de su jardín y a la sombra de su parra.
Pasaron tres meses desde su desaparición pública y una tarde fría de agosto, su trompeta, también desapareció de la casa de Villa Urquiza. Otra vez, no volví a saber de él.
En septiembre, al asomar el hocico de la primavera, me lo encontré por la calle. Iba desalineado en su aspecto y con su trompeta oxidada en la mano. Intentaba tocar algún tema de Miles Davis, pero era inútil. Su música lo había abandonado. Lo miré desde la vereda de enfrente cuando escuché que un pibe le decía a otro en la vereda: "Ahí va el loco de la trompeta"
Me crucé al instante y le pregunté cómo andaba. Me dijo que estaba en su mejor momento, que la vida no le sonreía pero sí, se le cagaba de risa. Nayla se había ido con un muchacho de su edad y que él comprendiendo que el amor, si bien no tiene edad combina mejor en la contemporaneidad, la dejó ir. A cambio, él paseaba por el barrio tocando para ella todo lo que le gustaba y la hacía vibrar. Al fin y al cabo, decía, ella puede aparecer en cualquier esquina.
Hay gente que cuando pierde el amor se le da por escribir, encerrarse, salir a bailar, buscar reemplazo o bien, como a él, tocar la trompeta por la calle. La gente lo tomó por loco sin comprender jamás, que lo único que Bartolomé hacía, era musicalizar la ausencia de su amor.
Pasaron dos años de ese día y hoy supe que Bartolomé falleció hace un año y medio. El loco de la trompeta murió, dicen los médicos, de muerte natural. Yo sé, después de haberlo mirado a los ojos, que murió de tristeza.
Cada tanto paso por la casa de la parra y los malvones y te juro, que sigo escuchando su trompeta.
Fernando A. Narvaez
No olviden la nueva dirección: www.fernandonarvaez.com
Update 09/04/2006: Para los que no sabían de mi musa y querían saber un poco más de ella, se las presento… ha vuelto.Mi Lady Blue
Ç said
Bendito loco de amor!
María Cielo said
Guaaaaaaaaaaaauuuuuuuuuuuuuu… Felicitaciones por el nuevo dominio . com!!! (Se nos agranda, el señor…)
Los textos siguen con la misma calidad de siempre: excelentes.
Shered said
Plis!!! ponga el feed con la nueva dirección…para el bloglines digo…
Gracias!!! y felicitaciones.
besos.
Charol said
Buenisimo!!!!
Aplausos para ti!!!
me encanto tu blog
besos
Lorena said
Encontrar el amor, disfrutar el amor, perder el amor…., parte de la vida y sustento del poeta , del pintor y del músico.
Huellas nuestras que van quedando grabadas en otras almas , almas que dejan su huella inquietante dentro nuestro.
Seguro esas notas seguirán sonando únicas en los oídos de Nayla, seguro Bartolomé , seguirá acompanandola con las notas que flotan en el aire a su alredor, entregandole todo el amor posible a su manera.
Hermoso….. , como siempre
Beso
Emma said
Entro hoy y veo nueva dirección, nuevo template… pero una historia hermosa, igual que siempre (y ahora le conocemos la cara, Don Duende!)
Besooossss!!!!
Maldito Duende said
Ç: ¡Soberbio! Loco. BESOS
MARIA CIELO: Lo importante es, al menos, mantener la calidad. Aunque se busca mejorar. BESAZO
SHERED: ¿Y cómo se hace eso? Igual actualizo por medio de Blogger, no se perderá nada. BESOTAZO
CHAROL: Mil gracias. BESOTÓN
LORENA: Encontrar, dsifrutar y perder, para volver a encontrar a disfrutar y a perder. Bartolómé no comprendió ese ciclo. BESOS
EMMA: ¿Vio que tenía cara? BESOTE
Nanny_lidia said
Maravilloso!! Si bien la historia es triste es hermosa la manera que en quelo pones , me emocione muchisimo , gracias por compartir esta historia.
P:D:Miles Davis es uno de mis tantos favoritos.
Besos
El Piscuis said
Al fin das la cara Duende Maldito!!! que veo que de duende tienes poco, pero de maldito puede ser, porque escribes como los mil demonios…
Empezé a leer la historia de refilón pero al llegar a la parte de las notas trastocadas por mirada de Nayla, se me puso la piel de gallina primero por la descripción y después por como siguió y como terminó… excelente…
Duende una cosa, no pude suscribir la pagina con bloglines porque me dice que no encuentra la feed RSS.
Saludos Duende
GUADALUPE said
Duende divino GRACIAS por esta historia maravillosa de amor y desamor, mientras leo, casi puedo escuchar las melancolicas notas de la trompeta de Bartolomé como siempre califiacion 10!!
BESO AMOROSO
Arwën said
muy pero muy bonito sr.
pobre bartolomé, las cosas que nos puede hacer el amor.
un beso,
Blondie said
las letras fluian.. el sonido se hacia presente.. tristeza.. llanto.. alegria y esperanza.. toda una amalgama de sentimientos.. precioso post
Maldito Duende said
NANNY_LIDIA: Y gracias a usted por su visita y comentario. BESOS
EL PISCUIS: ¿Lo de los mil demonios es bueno o malo? Mil gracias. Con lo del feed mantenga el del blog (de momento) ya que actualizo mediante Blogger. Ya veré como cuerno lo configuro. ABRAZÓN
GUADALUPE: Nooooo nunca me de un 10, deme un 9,75 para seguir intentando llegar al 10. BESAZO
ARWËN: ¿Quién pudiera realmente morir de amor? BESOS
BLONDIE: ¡Muchísimas gracias! jamás imaginé amalgamar todo eso que usted me dice. BESOTÓN
Lulet said
Congratz por la nueva página!!!!
Besotes!
Maguila said
Me conmoviste loco, y a mi pocos me conmueven, Cortázar y un par de bloggers medio locos nomas.
No quiero dejar de expresar una reflexion, si se quiere jocosa, sobre ésto: “cuidado con las morochas de pechos turgentes porque te succionan lo que te queda de cordura y después se rajan” (y lo digo por experiencia, aunque no toque la trompeta). Por suerte hay algo que estas morochas del demonio nunca pueden matar….EL ARTISTA.
Saludos y buena semana.
Malena said
Intenso.
El sentir de la trompeta, los ojos verdes de esa mujer y Davis.
Maldito Duende said
LULET: Muchas Gracias. BESOS
MAGUILA: He de incluirme entre los bloggers medio locos. Y no hace falta que sea morocha o tocar la trompeta… Cuando me falte inspiración postearé un tema de Bunbury que habla de eso. Se lo haré saber, claro.
Y por lo general no sólo no matan al ARTISTA sino que lo alimentan. ABRAZÓN
MALENA: ¡Qué placer que me visite! Y sobre todo que me comente, ya me voy pa’ su blog. BESAZO
ElCortavenas said
Repentinamente al leer, recordé a un viejo amigo.
Transmites… =)
Jorge said
Superior, como todos tus relatos, tu calidad es inalcanzable para nosotros los simples mortales.
Abrazos.
Tam said
Que lindo … digo no por la sensacion tan fea de saber que si se muere de tristeza…en fin…Lindo como va fluyendo el relato…
Un abrazo Fer…
Maldito Duende said
ELCORTAVENAS: Gracias por su visita y comentario. Bienvenido. Y sí, todos tenemos un poco de Bartolomé, incluso nuestros amigos. SALUD
JORGE: ¡NO exagere! que usted tiene lo suyo y mucho más contundente que lo mío. ABRAZÓN
TAM: Gracias rulos. BESAZO